Rebobinemos esta película a principios de 2018.
Tenía 39 años, una vida familiar feliz, pero una vida sedentaria, sedentaria en lo personal. Mis semanas transcurrían en restaurantes, fines de semana de fiesta, y largas horas sentado trabajando y almorzando en mi puesto de trabajo. ¿El resultado? Un señor de 39 años con 84 kilos y tendencia de peso en ascenso. Y no me daba cuenta.